Hoy en dia es muy fácil transgredir esta ley, mas allá de que en la mayoría de los comercios habilitados no se cumple.
En primer lugar, nos encontramos con los adultos, que compran bebidas alcohólicas que luego les darán a consumir a éstos jóvenes. Otra de las maneras, es conseguir un documento “trucho”, que es mucho más fácil de lo que parece, claro que con esto se arriesgan a que alguien los denuncie.
En el caso de los adultos o los dueños de negocios que le facilitan a un menor comprar bebidas alcohólicas, ¿nunca se preguntaron qué harían si otra persona mayor, hace lo mismo con sus hijos?, parece que no.
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