martes, 11 de mayo de 2010

Hepatitis por el consumo de alcohol

Se da en los casos de personas alcohólicas crónicas que, posteriormente a una elevada ingesta, presentan un cuadro de pérdida del apetito, cansancio, náuseas y vómitos. Luego de varios días, aparece dolor en la parte superior y derecha del abdomen, fiebre y coloración amarillenta de la piel y las mucosas. La hepatitis alcohólica es el paso previo inmediato a la cirrosis, favoreciendo su desarrollo la persistencia del consumo de alcohol, sobre todo en mujeres.

Cirrosis hepática por el consumo de alcohol
La cirrosis es una enfermedad caracterizada por una alteración en la arquitectura del hígado y por la presencia de nódulos de regeneración rodeados de tejido fibroso. En este tipo de cirrosis se observan las mismas manifestaciones clínicas que las producidas por cualquier otra causa. Pero son más evidentes los cuadros de desnutrición, falta de vitaminas, trastornos de la conducta y cuadros delirantes.

Posibilidades de recuperación
En la esteatosis hepática, con la abstinencia de alcohol y una dieta equilibrada con suplementos vitamínicos se produce la remisión del cuadro.

En las hepatitis alcohólicas, deben adoptarse una serie de medidas que disminuirán considerablemente el índice de mortalidad. La rehidratación, la administración de vitaminas y el aporte calórico mejoran el estado general de la persona. Actualmente uno de los tratamientos más prometedores está diseñado en base a corticoides.

Cuando la cirrosis es avanzada, con gran compromiso del hígado y del estado general, el transplante hepático debe tenerse en cuenta como opción terapéutica.

Si bien no es fácil para una persona que padece de la enfermedad del alcoholismo dejar el consumo de alcohol, existen tratamientos psicológicos y numerosos grupos de autoayuda que han posibilitado a muchas de estas personas a dejarlo.

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